LIBRO "DANCES Y AURORAS DE VERA DE MONCAYO" DE JOSÉ ÁNGEL MONTEAGUDO

 



LIBRO: DANCES Y AURORAS DE VERA DE MONCAYO
AUTOR: JOSÉ ÁNGEL MONTEAGUDO
EDICIÓN: INSTITUCIÓN "FERNANDO EL CATÓLICO", COLECCIÓN CUADERNOS DE ARAGÓN Nº 86, 240 PÁGINAS (2022)
PRÓLOGO: JESÚS CANCER CAMPO

ÍNDICE

1. PRÓLOGO
2. A MODO DE PRESENTACIÓN
3. INTRODUCCIÓN
4. MÁS SOBRE EL DANCE
5. SOBRE LOS DANCES DE VERA DE MONCAYO
    - DANCE DE LA INMACULADA
    - DANCE EN HONOR A SAN JOSÉ
    . DANCE EN HONOR A LA VIRGEN DE VERUELA
    . DANCE EN HONOR A SANTA BRÍGIDA
6. NOMBRES PROPIOS DEL DANCE
7. EL PALOTEADO
8. LA RECUPERACIÓN DE LOS AÑOS 80
9. SOBRE LAS LETRILLAS DE LAS MUDANZAS
10. SOBRE LOS MÚSICOS 
      PARTITURAS
11. SOBRE LA INDUMENTARIA
12. EL MISTERIO DEL PALOTEADOR DE VALERIANO BÉCQUER
13. ÚLTIMAS IMPRESIONES SOBRE EL DANCE
14. DOCUMENTOS GRÁFICOS
15. AURORAS DE VERA DE MONCAYO
16. AGRADECIMIENTOS
17. BIBLIOGRAFÍA



BREVE HISTORIA DEL DANCE DE VERA DE MONCAYO

Dance es una palabra exclusiva de Aragón en lo que a su verdadero significado representativo porta: una escenificación teatral, acompañada de danza, teatro, música, y variados toques de sátira y crítica que destilan los dichos incluidos en el mismo.
Los dances son uno de los elementos característicos de la etnografía aragonesa y no son exclusivos de determinados territorios o comarcas, aunque todos ellos comparten afinidades en su línea representativa; el teatro se define por la conversación entre los pastores, con el Mayoral y el Rabadán como personajes principales (lo que se denomina esquema de pastorada), y la posterior aparición del diablo y el ángel (la representación de la eterna lucha entre el bien y el mal). La música desarrolla cada una de las mudanzas acompañando los movimientos de los paloteadores con sus bailes de palos, espadas, cintas o arcos. Estos son los rasgos afines de la mayoría de los dances aragoneses, aunque otros mantienen la fórmula del diálogo entre moros (o turcos) y cristianos, variando el argumento y la representación escénica respecto a las pastoradas.

En Vera de Moncayo se representaba el Dance desde tiempos antiguos, tenemos fotos de la pastorada y el cipotegato de finales del siglo XIX que dan testimonio de su presencia en la villa de Vera de Moncayo. Asimismo, el Dance y paloteado de Vera es citado desde antaño en todas las obras referidas a los Dances aragoneses ("Orígenes y problemas estructurales de una composición poética; el Dance en Aragón" de Mercedes Pueyo Roy, "El Dance aragonés" de Antonio Beltrán, "El Dance de Aragón" de Jesús Cancer Campo, "Dances tradicionales en el Somontano del Moncayo" editado por la Diputación de Zaragoza, etc) y también Ángel Mingote hace referencia a la música del paloteado en su "Cancionero musical de la provincia de Zaragoza, IFC, 1950" en el cual recoge las partituras de las mudanzas del paloteado (todas partituras las podéis ver en esta misma página en el apartado referido a ellas): "La vuelta", "La jota", "El tabaco", "El trenzado I (o sencillo)", "El trenzado II (o doble)" y la "Contradanza", son las partituras recogidas en la obra, aunque los paloteadores más ancianos del lugar recuerdan también las mudanzas de "La pera y el membrillo", "El postellón", "Los arcos" o "El pasacalles". 

En documentos gráficos que poseemos, hacia 1940, los paloteadores vestían pantalones azules con una cinta roja en la pernera, camisa blanca, pañuelo en la cabeza, faja colorada y alpargatas blancas con cintas rojas. No portaban bandas ni cascabeles, aunque se recuerda que los paloteadores más antiguos los llevaban y Antonio Beltrán en su obra "El Dance aragonés, 1982",  hace referencia a la presencia de sayetas. Estas eran una especie de faldilla de lienzo blanco con puntillas, de uso muy antiguo y que el profesor Antonio Beltrán, una de las voces más representativas en el estudio del Dance aragonés, relaciona con “trajes litúrgicos como las albas de los presbíteros, prohibidos por Carlos III, y progresivamente desaparecidos por parecer que amujeraban a los hombres en su aspecto”[...] “las hallamos aún en los volantes de Sariñena y Sena [...] o se conservaban hace no mucho en Graus, donde se llamaban “sayas”, o en Ambel y otros lugares como Urrea de Gaén, Cetina, Talamantes, Vera de Moncayo y Ateca”.
Poco después, en la generación de danzantes de 1945, se adoptó el traje regional para bailar el paloteado y así se puede observar en una bella foto de los danzantes de Vera a las puertas del Monasterio de Veruela. Aunque en documentos de los años 60 los antiguos danzantes vuelven a bailar con los pantalones azules y camisas blancas antes referidos, los danzantes de la generación de los 80 que lo representaron por última vez durante tres años (de 1980 a 1982), volverán a vestir el traje regional aragonés.

Mención especial merece la figura del Cipotero (también llamado Cipotero Gato o Cipotegato, expresión que ha llegado a nuestros días) que llevaba un mono de dos colores o bombachos, un sombrero de pico con cintas de colores en su punta, la cara enmascarinada con carbón y la cipota, un palo con una cuerda que sujetaba una pequeña alpargata con la que golpeaba a la gente ( posteriormente la zapatilla fue sustituida por una pelota de cuero o trapo). El Cipotegato abría paso a los danzantes y danzaba junto a los mismos, así como clamaba sus "dichos", mordaces e irónicos, al finalizar las mudanzas del paloteado.
Tras el “paréntesis” forzoso en la representación del Dance, el Cipotegato -en los años 80- cambió de traje y continuó saliendo a la calle el primer día de las fiestas locales recibiendo su particular lluvia de tomates, adaptando esa costumbre turiasonense al ambito local.

Por último comentar la representación del Dance. Una de las peculiaridades en los dances del Somontano del Moncayo, y por ende en la villa de Vera, es la presencia de la figura del Cipotegato (Zipotero o Cipotero Gato eran otras dos de las denominaciones que recibía en Vera) y su particular relación con la representación del mismo. El Cipotegato participa en los dances como un personaje más, ocupando y desplazando en algunos casos a la figura del Rabadán.
            Los personajes de los dances de pastorada adquieren papeles protagonistas para la escena. El Mayoral dirige el dance, representando la figura del capataz que mantiene conversaciones con el Rabadán dándole consejos. El Rabadán es el hombre ingenioso  y gracioso que hace disfrutar y reír al público asistente con su mordaz sátira, y que, como acabamos de explicar, en los dances del somontano del Moncayo el Cipotegato es, secundariamente, quien a veces adquiere este papel. Estos personajes son la expresión del pueblo o la villa y su papel en el dance es principal.
Los otros dos personajes principales son el Ángel y el Diablo, que en sentido metafórico representan el bien y el mal. El ángel es el mensajero de Dios, enviado de los Cielos para hacer valer el Bien e impartir la Justicia Divina enfrentándose al rey de las tinieblas, derrotándolo y enviándolo al averno. La figura del ángel suele personarse en muchos de los dances como el arcángel Miguel (caso del dance de Santa Brígida en Vera) o como protector ángel de la guarda. En los dances de Vera de Moncayo en honor a la Inmaculada y a la virgen de Veruela , se presenta como ángel de la Virgen Inmaculada y en el de San José como ángel tutelar de los Josefinos.
El Diablo encarna el Mal. Belcebú, Lucifer o Satanás son otros de los apelativos que se usan para nombrar al rey de los infiernos. Intenta , por todos los medios, arrastrar a todos los demás personajes del dance a disfrutar de sus envenenadas bondades y clama exabruptos contra Dios y sus valedores, arremetiendo contra el clero e implicando al propio público asistente, haciendo gala de su maldad con socarronería.

 

Si repasamos los dances del Somontano del Moncayo (englobando las comarcas de "Tarazona y el Moncayo" y "Campo de Borja") observamos que todos ellos mantienen las mismas líneas representativas y el esquema básico de la pastorada.
Vera posee cuatro dances, tres de ellos de datación más antigua (En honor a la Inmaculada, en honor de la Virgen de Veruela y en honor a san José)  y otro de factura más reciente en el tiempo (en honor a la patrona de la villa, santa Brígida) perfectamente fechado pues su creación fue debida a D. Avelino Mendoza Andía, hijo de la villa, en el año 1980. No podemos aventurar fechas exactas sobre el origen de los más antiguos pues las dataciones se pierden en el tiempo pero sí podemos asegurar que Vera de Moncayo es el único pueblo que posee cuatro dances dedicados a cuatro advocaciones distintas.

                                                                     ***

El Dance y Paloteado se representó hasta la década de los 60. Tras un paréntesis de varios años, los vecinos de Vera lo volvieron a recuperar en los años 80. La experiencia fue corta pero sin duda enriquecedora para las gentes que compartieron esos momentos (los jóvenes que lo aprendieron y los mayores que lo enseñaron). El Dance en la actualidad no se representa y no hay mayor enemigo que el paso del tiempo que arrastra las tradiciones al olvido. Recordaros que todos tenemos antepasados que participaron en esta manifestación festiva y cultural que representó a nuestro pueblo durante los siglos anteriores y quizá, en los albores de este nuevo siglo, tengamos la última oportunidad de poder recuperarlo, de recoger el testigo de aquellos familiares que lo llevaron adelante con orgullo durante muchas décadas de tradición.

José Ángel Monteagudo 

DANCE VERA DE MONCAYO (Finales siglo XIX)


Foto en la que se pueden apreciar los actores básicos de la pastorada del Dance, el ángel en el centro de la imagen y el Cipotegato en la parte derecha de la imagen, con un traje de dos colores, careta de cipotegato recogida en la frente y la cipota sujetada por ambas manos.
Por la fecha aproximada de la imagen el cura párroco que aparece en la imagen pudiera ser Pablo Redrado (párroco de la villa de Vera de Moncayo desde el año 1877 hasta  1907).



DANZANTES VERA DE MONCAYO. Año 1941. Plaza de toros de Zaragoza


De izquierda a derecha: 
De pie: ÁNGEL: Julio Lahuerta, Inocencio Sánchez "el ratón" (músico), Alberto Gil, Florencio Pablo, Samuel Zueco, Federico Abril, Jacinto Gil (músico), Amadeo Villalba, CIPOTERO GATO: Martín Pablo.
Agachados: Moises Bona, Rafael Bona, Félix Redrado y Benigno Tejero.

 La foto está realizada en la plaza de toros de Zaragoza durante una actuación con otros grupos de danzantes de varias localidades aragonesas. Hay ciertas dudas con la fecha de la foto pues se tiene noticia de que fue en el año 1933 cuando se llevó a cabo un recital en el Coso de la Misericordia zaragozano, una actuación junto a otros grupos como los danzantes de Sena o Yebra de Basa.


Como podemos observar además del paloteado y el trenzado, en Vera de Moncayo se bailaban danzas con arcos (los llevan colgando de los hombros).
El traje constaba de pantalón azul con una cinta roja, camisa blanca, pañuelo en la cabeza, faja roja y alpargatas con cintas rojas (sin bandas ni cascabeles aunque antaño se llevaban, así como las "sayetas").
Particulares son los trajes del Cipotero Gato (Cipotegato) y el Diablo. El Cipotegato aparece con un mono blanco, sombreo puntiagudo (acabado con cintas) que solo cubre la cabeza dejando la cara al descubierto y se acompaña de una cipota (palo con una cuerda que sujeta en un extremo una alpargata).
El Diablo lleva una túnica negra sujetada con un cordón a la cintura y sujeto a este varias cadenas. Remata su atuendo incluyendo una gayata y una cabeza de carnero, representando al diablo en forma de macho cabrío. 
Hablando con alguno de los paloteadores de esta generación nos comentaron que tanto el traje de Cipotegato como el de Diablo fueron cedidos por el pueblo de El Buste con el que Vera siempre ha tenido una buena relación. Asimismo las mudanzas de "La pera y el membrillo" y la "Contradanza", habituales del Dance de Vera de Moncayo, fueron adoptadas por los danzantes de El Buste. La "Contradanza" en El Buste es nominada como "La danza del acordeón".


DANZANTES VERA DE MONCAYO. Año 1945


Foto de los danzantes de Vera de Moncayo en las puertas del monasterio de Veruela.

De izquierda a derecha: 
De pie:  Antonio Pérez, Pascual Sánchez (mayoral), Ángel Pérez, Eliseo Abril (rabadán), Jesús Bona (Ángel), José Pablo, Pablo Fornies (Diablo), Rafael y Félix Martínez.
Agachados: Isaías Lagota, José Villalba, Féliz Pérez y Pascual Gil.

Esta es la generación que sucedió a la de 1941 (foto anterior) y como podemos observar el anterior traje es sustituido por el típico aragonés. Cambia la vestimenta del Diablo, con traje rojo, capa negra y una corona (como rey de los infiernos) en la cabeza.

DANZANTES VERA DE MONCAYO. Año 1965


En la década de los años 60, concretamente la foto es de 1965, el paloteado es bailado por los antiguos danzantes en la Plaza de la Iglesia (la placeta), ante el gobernador civil.
Recuperan el pantalón azul con ribete rojo, la faja roja y el pañuelo, que en vez de llevarlo a la cabeza lo portan al cuello. Las alpargatas son sustituidas por zapatos.

DANZANTES VERA DE MONCAYO AÑO 1982


Antiguos danzantes junto a los nuevos (año 1981). En el año 1980 se recupera el Dance, no ejecutado desde los años 60.


Se puede observar que se recupera el traje aragonés con chaleco negro y cachirulo a la cabeza, además de la presencia de chicas que antaño estaba prohibida para la representación del Dance. Fueron en las modernas recuperaciones de los diversos Dances aragoneses cuando las mujeres accedieron a los mismos. 
En la primera foto, en la parte derecha, abajo, podemos ver a D. Luis Alcega Morales, músico y director de la Banda de Ainzón durante muchos años. Cuando se intentó recuperar el Dance (1980) se pusieron en contacto con él porque era muy conocido en toda la comarca por su profesionalidad y el cariño que ponía en su trabajo, así se puso manos a la obra. Con las partituras que pudo conseguir, su esfuerzo intentando adaptar la música, la tradición oral de los que lo habían bailado y los nuevos danzantes, al final, tras muchas horas y días de ensayos y trabajo, en 1980 se consiguió sacar adelante el paloteado de Vera. estas partituras que ponemos a continuación proceden del estudio personal de D. Luis Alcega Morales.







DANCE 1982. Lucha entre el Diablo y el Ángel


Representación del Dance en honor a Santa Brígida (1982), cuyo autor es Avelino Mendoza Andía.
El ángel (Ana Isabel Bona) derrota al Diablo pisándole el cuello.

A continuación reproducimos esa parte final entre Diablo y Ángel:

ÁNGEL:                     

Callaos todos os digo,
y tú también Satanás
esta villa es cristiana
y con su fe no podrás.
Mi presencia en esta plaza
ya sabes que no es de tu agrado
porque sabes que con ésta espada
fuiste del Cielo arrojado.
Dios Padre me la entregó
en la Corte celestial
para matar al malvado
que disfruta haciendo mal.
Dios te puso hermoso nombre,
él te bautizó Luzbel
y ahora eres sólo el Demonio
¡el maldito Lucifer!

DIABLO:                    

Pero bueno... ¿quién es este?
que tanta atención le prestan,
que a mí no me hacen ni caso
y encima no me respetan.

ÁNGEL:                     

Yo soy San Miguel arcángel
y vengo del paraíso
a ordenarte que te marches
y a matarte si es preciso.
No te hagas el inocente
porque no tienes razón
has difamado a la Santa
y jamás tendrás perdón
Cuando pasó por el mundo
la tentaste y no pudiste
nunca la hiciste pecar
nada al final conseguiste,
y antes de que huyas o mueras
procura que tu semilla
no germine ni en los campos
ni en las gentes de esta villa
Y haz eso, porque si no
en nombre del creador
te juro que iré a buscarte
y te mataré traidor.

DIABLO:                    

No podrás porque me sobra
poder para rebelarme
contra ti, contra tu Dios
y no has de poder matarme.

ÁNGEL:                     

Vas a morir ahora mismo
en el suelo de esta plaza
y libraré al Somontano
de tu repugnante raza.

Ø      El Diablo quiere escapar, y el ángel – con la espada– lo tira al suelo y le pisa.
 el cuello.

ÁNGEL:                     

No te escaparás cobarde.
Tu poder no vale nada
ni ante mi Dios, ni ante mí,
ni ante mi gloriosa espada.